Babilonia
Poema de Manolo (Manolo es Gryffindor) por Irene

Oh, Amada Debi,
sé que tus amigas van diciendo
que no eres feliz;
que no te depilas porque quieres,
que deberías abdicar como la reina
que eres de
mis croquetas
-te voy a decir algo sobre tus croquetas:
son mejores que las de mi madre-.
Y, cariño, yo siempre te escucho
y por eso compro el pan al volver a casa
y te ayudo a limpiar el baño y te alcanzo
la harina y te aguanto las sábanas al doblarlas.
Y creo que eres la mujer más inteligente,
más aguda y más delgada que conozco
a los 43.
Y yo sé que a veces he sido más despreocupado
porque la bondad es el pecado del hombre
del siglo.
Pero a mí me encanta
que salgas, que entres
que vayas un momentito a la cocina,
que te compres cien trapos
y que seques el poso de las cervezas;
y que nuestra hija, Marina, bonita
prudente y acróbata
se parezca a ti.
Oh, Amada Debi,
milagro y magia,
sé que tus amigas van diciendo
que no eres libre
que no eres libre, Debi.
Pero claro que eres una mujer libre.
Porque aquí tienes, mi vida,
todos mis calcetines.